Está
sobre una hermosa vista
ella.
Con un crayón
dibuja el rheel
encarna en su piel
y tira todo a lo hondo
al instante
mis peces muerden
y rodamos por aguas
en el torbellino
mientras
la tarde se afirma
suelta y tira
hasta que de un golpe
nos lanza al pasto
bosteza
ya después
y nos abandona
hasta que la muerte
nos separe
sabe uno cuándo
algún día
ahí
mojados
miércoles, 6 de abril de 2011
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